viernes, 14 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
"El futuro de la educación estará profundamente signado por la tecnología de la información venidera. Pero más aún, por cómo los educadores y estudiantes utilizan las TIC para el aprendizaje continuo"
Stanley Williams
Como se podrá notar el TIC “TAC” no solo es el sonido onomatopéyico de las agujas del reloj, sino que además representan el sonido de nuestros tiempos, de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pero en el mismo ámbito puedo destacar el “TAC” que yo lo definiría y no con esto quiero decir que este inventando un nuevo término, pero lo definiría como “Tecnologías para el Aprendizaje y la Capacitación (TAC), es interesante notar que estas dos definiciones nos ayudaran a descifrar lo que queremos explicar en relación al ámbito pedagógico y al uso de las tecnologías en nuestro mundo de hoy.
Cabe hacer notar que la generalización del uso de las TIC’s en el mundo profesional es un hecho. La presión ejercida sobre los educadores para que desarrollemos las prácticas pedagógicas alrededor de las TIC’s es cada día más fuerte en nuestro mundo actual de igual manera las TIC’s y el E-learning es considerado a la vez como un medio de renovar la pedagogía, de resolver el problema de la formación y de la educación a lo largo de la vida y de concurrir así a la realización de la persona humana, de facilitar el paso de la escuela a la universidad y de reducir las desigualdades sociales. Por lo tanto no es posible negar el impacto de las TIC’s en todos los dominios de la vida privada y profesional y toda actitud de resistencia en cuanto a su utilización en la práctica pedagógica no falta de parecer desusada y anticuada.
Lo que verdaderamente importa ante todo es hacerse las preguntas de rigor: ¿Que aportan las TIC’s a nuestro aprendizaje?, ¿Es una herramienta en si misma portadora de un cambio o es esencialmente una cuestión de configuración pedagógica?, ¿Bajo qué condiciones pueden las TIC’s llevarnos a reconsiderar la relación con la pedagogía tradicional?
Estas son preguntas que todo estudiante y educador y amante de la investigación debería hacerse para su reflexión y aplicarlas a las nuevas experiencias de formación.
Según lo que podemos ver el computador y la pedagogía van de la mano y cada uno cumpliendo su función, pero nos cuestionamos nuevamente: ¿ se puede hacer del computador una especie de docente?. Hay dos teorías que según (Eric Bruillard , 1997) van a jugar un papel importante en la elaboración de este nuevo modelo de enseñanza: La Cibernética y el conductismo.
La primera que se interesa en los procesos que tienen un objetivo para alcanzar por la acción, independientemente del dominio de conocimiento en la cual operen esos procesos (física, química, biología, mecánica, etc.) esto acredita la idea según la cual es posible controlar los aprendizajes con la ayuda de la circulación retroactiva de la información, de la misma manera, por ejemplo, que un termostato mida y regule a cada instante la temperatura de una plancha. Dentro de esta perspectiva, la retroacción del alumno es fundamental es ella la que permite controlar el proceso de enseñanza y asegurar así un buen funcionamiento del dispositivo o plan.
El conductismo es una corriente psicológica que postula que todo comportamiento es condicionado por dos principios fundamentales. Para que haya aprendizaje no solo es necesario que el sujeto produzca una respuesta en un momento dado (aquí se encuentra el principio de retroacción de la cibernética), sino que igualmente se necesita que haya una reaparición repetida de esta respuesta. El papel central que juega la idea de reenforzamiento en la psicología comportamentalista ha sido en la serie de experiencias llevadas en animales hambrientos, de los cuales la más famosa es ciertamente “La rata de Skinner”. Considerada como la base de las teorías conductivistas y de sus aplicaciones a los comportamientos más complejos de los seres humanos.
En el dominio de la educación el encuentro de estas dos corrientes condujo al nacimiento de lo que se le llama: la enseñanza programada. Cuatro grandes principios estructuran ese campo que se quería para la época romper radicalmente con toda forma de enseñanza tradicional:
- El principio de estructuración de la materia a enseñar quien postula como los conocimientos deben ser cortados en unidades elementales.
- El principio de adaptación quien supone que la progresión debe efectuarse por pequeñas etapas y el ritmo de progresión adaptarse al del alumno.
- El principio de estimulación según el cual la implicación del alumno, su participación, depende directamente de la capacidad de retroalimentarse del sistema.
- El principio de control que estipula que la evaluación debe ser inmediata y que en caso de error por parte del aprendiz, la actividad debe serle propuesta otra vez.
Los programas cuyo apoyo podría muy bien ser libros, fichas o maquinas, por lo tanto consistían pues en una sucesión de instrucciones y de reglas, cada una correspondiente a una etapa dentro del aprendizaje.
Para Eric Brouillard:[Brouillard: 1997] esta evolución de programas hacia una individualización más grande del aprendizaje no tiene fundamento Psicológico particular o al menos explicito. Los nuevos principios pedagógicos puestos de relieve por los investigadores a menudo son en realidad prestados a los educadores mismos. Para el autor de las “maquinas para enseñar” es igualmente por esta razón que se le buscará sustituyendo de un control a veces excesivo de la maquina un control más flexible, para hacer participar al aprendiz de manera más activa hacia más autonomía.
En el orden de las ideas anteriores es necesario decir que con la aparición de una nueva disciplina científica, la Inteligencia artificial, estos nuevos requisitos podrán ser tenidos en cuenta. El dialogo hombre/maquina debe ser más eficaz: «se necesita concebir programas que den a los aprendices los medios de realizar las tareas, que sean capaces de observar y de interpretar su comportamiento de manera oportuna y adecuada sobre la base de su análisis» [Brouillard 1997:70]. Ya no se trata de confrontar a los alumnos a actividades de tipo pregunta/respuesta, sino de problemas más complejos que traten de hacer uso de sus conocimientos y de la experiencia a un alto nivel. El equipo o computador debe ser capaz de seguir paso a paso las estrategias y no solo al final de recorrido. Porque es importante distinguir entre el error y la causa real de este error. “Ahora se sabe que muchos errores no se deben aun comportamiento errático de los alumnos, sino a la aplicación correcta de procedimientos falsos” [Brouillard 1997: 87]. No es suficiente, por lo tanto, implantar los conocimientos en la maquina sobre un tema sino también los otros dos componentes de la interacción pedagógica: El alumno y el profesor.
En este mismo orden y dirección de ideas el computador debe estar al servicio de la construcción y de la exploración de los conocimientos, de otro modo esta historia no estaría completa sino se contase con la informática educativa que se afirmó, al momento de la aparición de las primeras computadoras, al lado de la enseñanza programada y de los tutores inteligentes y que dio nacimiento a los micromundos. Estos últimos se desvían de la idea de hacer de un computador un profesor tratando de promoverlo como medio de expresión y de experimentación para los alumnos. La filosofía de la educación es diferente de un lado está el conductismo de Skinner que sirve de referencia y del otro lado está el constructivismo de Piaget.
El precursor de esta nueva corriente de la informática educativa es sin duda Seymour Papert. Intrigado por el papel jugado en el desarrollo de sus competencias en matemáticas su interés por los engranajes y diferenciales cuando era niño, adquirió la certeza, al contacto con Piaget, que «Cualquier noción es fácil de adquirir desde el instante donde se pueda comparar modelos ya asimilados» [Papert 1981: 11]. Es a partir de este postulado que el elabora el famoso ambiente LOGO, constituido de un computador, un teclado, una pantalla alfanumérica y de periféricos variados. Suponía permitir a los niños adquirir, por su propia cuenta y sin enseñanza formal los conceptos y operaciones intelectuales fundamentales.
Dadas las condiciones que anteceden se puede decir que hay tres grandes orientaciones en el mundo de la informática, 1) Tanto los programas de enseñanza inteligentes asistidos por computadora tienen su lugar dentro de los espacios multimedias o centros de aprendizajes, 2) Nuevas prácticas han visto el día esencialmente basadas en el trabajo grupal lo que se conoce como aprendizaje colaborativo asistido por computador.3) y la tercer grande orientación se basa en una reflexión sobre la brecha digital y las mutaciones que causa el documento virtual en el campo de la lectura y escritura.
Es conveniente citar a Tricot quien expresa: «Evaluar el impacto de las tecnologías de información y comunicación sobre el aprendizaje plantea un problema delicado el de la relación entre el uso de la herramienta y el aprendizaje logrado (la utilidad supuesta de la herramienta). Es en efecto a menudo difícil de decir si el aprendizaje es realizado “gracias” a tal CD-Rom, o si tal aprendizaje a fracasado “a causa” de dicho sitio web utilizado por el alumno. En resumen si se dispone de métodos y de resultados de evaluación, la utilización por una parte y el aprendizaje por otra no se existe un marco para la interpretación de las relaciones entre ellos.» [Tricot 2002: 45].
Por todo lo anteriormente expuesto y lo expresado por Tricot es hora de repensar la relación pedagógica. Consideremos nuevamente el ejemplo de la búsqueda de información en internet no se concibe sin la extraordinaria cantidad de páginas disponibles en la web (Google alrededor de no menos de 3 millardos), la ausencia de clasificación, la multiplicidad de los motores de búsqueda y directorios y otros principios de la investigación temática y los algoritmos nunca son los mismos (solo hay que comparar los resultados de una misma consulta efectuada a partir de tres motores diferentes como Google, Karto y Yahoo), puede arrojar a más de un usuario, para el profesor, dos actitudes son posibles: desviar este ayuda es la carencia de estructura, la organización desafía el modelo tradicional de la pedagogía frontal, en la cual el curso es entregado ex cátedra o al contrario aprovechar estas características para desarrollar una nueva forma de enseñanza.
Bruno Ollivier muestra así en el capítulo 9 de su obra titulada internet, multimedia: ¿que cambia en la realidad? La cantidad de redes de computación requieren un cambio significativo en las prácticas a largo plazo. El acceso libre y gratuito a la información y a la ausencia de un modo de clasificación jerárquica llevando a considerar ciertos valores constituidos desde hace siglos en su relación con el saber, como el respeto a la autoridad, la búsqueda de continuidad entre disciplinas constituidas como en los campos de conocimientos autónomos, la exigencia de seguridad, la necesidad de simplificar, etc.
«La maquina es para comunicar algo más que los accesorios adicionales en el aula no son solo para mejorar (tal vez) la eficiencia, sino que ella cuestiona los principios y los valores tradicionales del sector educativo.» [Ollivier 2000: 123].
Desde comienzos de los años 80, cuando se hicieron los primeros intentos de introducir las computadoras en el aula, el papel de la informática a evolucionado. El crecimiento exponencial de la potencia de procesamiento, la informatización creciente de todos los ámbitos de la vida profesional y privada y el desarrollo de internet (es por eso que hoy se habla de sociedad del conocimiento) ha contribuido mucho en esto. Considerado al principio por muchos como un aparato más técnico, al lado de la televisión educativa, El computador esta hoy en el centro de las discusiones en materia de renovación de los métodos pedagógicos, porque ya no es visto como una herramienta que secunda al hombre en ciertas tareas, sino más bien como un instrumento cognitivo que modifica profundamente nuestras prácticas y nuestro modo de pensar. Por Reinaldo Sosa-
Bibliografia.
Bruillard E., Les machines à enseigner, Hermès, Paris, 1997.
Papert S., Jaillissement de l’esprit, Paris, Flammarion, 1981
Ollivier B., Internet, Multimédia: ça change quoi dans la realité ? INRP, Paris, 2000.
Tricot A., Hypermédias et individualisation des apprentissages : quels prérequis cognitifs ? Le français aujourd’hui, nº 129, Mars 2000.
Perriault J., Education et nouvelles technologiques : théorie et pratiques, Nathan, Paris, 2002.
Perriault J ., L’accès au savoir en ligne, Odile Jacob, Paris, 2002.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)